En el ciberespacio también hay muertos vivientes. Un zombi -o zombie- es un equipo conectado a internet y controlado de forma remota por un ciberdelincuente, que previamente lo ha infectado con algún malware, normalmente un troyano. Los atacantes utilizan los equipos zombi para realizar actividades maliciosas, como el envío de spam o el minado de criptomonedas.
Como en las películas, estos zombis suelen actuar en grupo. Aunque el malware alojado en estos equipos suele permanecer dormido, permanece conectado con otros equipos infectados a través de una red denominada botnet, y puede ser “despertado” a través de internet por el ciberdelincuente. Estos sistemas o redes zombis suelen emplearse para lanzar ataques coordinados de denegación de servicio (DDoS) contra determinados servicios.
Los ordenadores zombis también se utilizan para cometer distintos tipos de fraudes, como utilizarlos para el minado de criptomonedas, para el envío masivo de spam, u otros delitos como pueden ser la distribución de contenidos pornográficos ilegales o la venta ilegal de productos como armas y drogas. Otros propósitos pueden ser propagar virus mediante el envío de correos maliciosos, manipular encuestas o hacer envíos masivos de publicidad que generen beneficios económicos al atacante.
Tu dispositivo podría ser un zombie. Normalmente, el dueño del dispositivo no es consciente de que alguien lo está usando de forma fraudulenta con fines ilícitos. Algunas pistas que pueden indicar que un equipo se ha convertido en un zombi son, por ejemplo, que la suspensión del equipo no se active, aunque el ordenador lleve tiempo sin realizar ninguna acción, o apreciar que la carga de trabajo es demasiado elevada o que el dispositivo se caliente mucho sin realizar tareas muy complejas.
Para evitar que tu equipo se convierta en un zombi, una de las acciones más importantes consiste en mantener las aplicaciones y el sistema operativo siempre actualizado. Otra medida importante, consiste en utilizar un sistema antimalware. Otra medida más difícil consiste en aplicar el sentido común: ignora las peticiones de correos o mensajes dudosos (phishing), no hagas clic en enlaces sospechosos, no descargues ni instales cosas que no sabes de dónde vienen, y no navegues por sitios web no seguros o que tengan mucha publicidad emergente (banners, pop-ups).
Mantener actualizado el sistema operativo y todos los programas del ordenador, protegerlo con alguna herramienta de seguridad y aplicar el sentido común, puede evitar que tu equipo sea víctima de una red zombi. De todas formas, si tu dispositivo se convierte en un zombi, no está perdido para siempre. El usuario puede recuperar el control y tomar medidas para que no vuelva a suceder.
