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Virus

Se trata de un programa informático que puede propagarse haciendo copias de sí mismo. Igual que un virus biológico, como el de la gripe, un virus informático tiene la capacidad de replicarse y propagarse de un huésped a otro.

Normalmente, los virus informáticos se propagan sin el conocimiento ni la voluntad del usuario y tienen efectos nocivos muy diversos: desde mostrar mensajes molestos hasta robar datos u otorgar a otros usuarios el control del dispositivo infectado. Pueden introducirse en dispositivos y sistemas de distintas maneras, y aunque no podemos evitarlas todas, sí que podemos tomar medidas para evitar la infección. Los programas antivirus y antimalware son el otro gran pilar de defensa; hay que tenerlos instalados, activados y siempre actualizados en todos los dispositivos (sí, también en el móvil). Los ataques de ingeniería social son otra importante puerta de entrada de virus.

Los síntomas habituales del ataque de un virus informático pueden ser:

  • Aparición frecuente de ventanas emergentes, que incitan a visitar sitios web inusuales o piden descargar algún antivirus u otro tipo de software.
  • Cambios en la página de inicio: la página de inicio habitual puede cambiar y aparece otro sitio web, sin que se pueda restablecer la original.
  • Envío masivo de correos electrónicos desde nuestra cuenta sin nuestro conocimiento: el ciberdelincuente puede tomar el control de una cuenta y enviar correos electrónicos suplantando a otra persona desde un ordenador infectado.
  • Caídas frecuentes del dispositivo o del sistema porque el virus daña el disco duro u otros elementos hardware, impidiendo incluso que el dispositivo vuelva a encenderse.
  • Dispositivo muy lento, reducción repentina y general de la velocidad.
  • Programas desconocidos se instalan en el equipo o se inician al encenderlo.
  • Acciones inusuales, como cambios de contraseñas que impiden el acceso al sistema.

La historia de los virus modernos comienza con un programa llamado “Elk Cloner“, que empezó a infectar sistemas Apple II en 1982. El virus, que se diseminaba mediante disquetes, era inocuo, pero se extendía a todos los discos conectados a un sistema. Se extendió tan rápido que la mayoría de los expertos en seguridad informática lo considera el primer brote de virus informático a gran escala de la historia.

Los primeros virus, como Elk Cloner, se diseñaron sobre todo como una broma de sus creadores, para destacar y presumir. A partir de 1990 aquellas travesuras fueron evolucionando hasta resultar muy perjudiciales. En aquella época, los usuarios de PC sufrieron una oleada de ataques de virus diseñados para destruir datos, ralentizar los recursos del sistema y registrar las pulsaciones del teclado (también conocidos como keylogger). La necesidad de combatir aquellos ataques llevó a la creación de los primeros programas antivirus.

Los virus no son cosa del pasado. Aunque ha habido muchos avances tecnológicos para protegerse de ellos, los virus siguen siendo un tipo de software malicioso que afecta seriamente a usuarios, dispositivos y sistemas.