Literalmente, la trazabilidad es la capacidad de seguir un rastro, de averiguar el origen de un determinado producto, contenido o mensaje. Un sistema de trazabilidad es un conjunto de disciplinas de diferente naturaleza que se coordinan entre sí para obtener el seguimiento de un elemento. En los últimos años, factores como la transformación digital, la preocupación por los controles de calidad de productos y servicios y una mayor toma de conciencia sobre seguridad, han hecho que la trazabilidad cobre mayor importancia y se haya extendido a muchos sectores, como la automoción, la sanidad o la alimentación.
En el campo específico de la seguridad informática, la trazabilidad es una de las características que integran la ciberseguridad del dato: es la propiedad de un conjunto de datos que garantiza la posibilidad de conocer su origen, uso, recorrido y localización. La trazabilidad de los datos puede definirse como la capacidad de conocer todo el ciclo de vida de un dato, es decir, todas las etapas, ubicaciones o cambios por los que han pasado los datos en el contexto de una actividad de tratamiento.
Ahora que los datos personales tienen más valor que nunca, resulta esencial gestionarlos de forma adecuada. En muchas ocasiones, las empresas no son conscientes del gran volumen de datos que manejan. La trazabilidad les permite tener un control absoluto del proceso de tratamiento de los datos personales, pudiendo conocer qué datos son tratados, quién participa en el proceso de tratamiento de datos, qué terceros tienen acceso y qué sistemas están implicados.
Gestionar la trazabilidad manualmente es posible pero muy complejo, y requeriría un gran esfuerzo. La mejor opción es utilizar un sistema que sea capaz de proporcionar información del ciclo de vida completo de los datos. Un buen sistema de trazabilidad permite asegurar que los datos y la información corporativa viajan protegidos y bajo control en todo momento, reduciendo la posibilidad de fugas de datos y aumentando el control de la empresa sobre la información, más allá de las defensas de protección perimetrales.
La trazabilidad también es un concepto esencial en la ciberseguridad industrial. Permite a una organización el seguimiento de diferentes tipos de elementos y procesos, tanto físicos (posición, aceleración, temperatura, etc.) como digitales (procesos, certificaciones, etc.), gracias al uso de la tecnología. De esta forma, la compañía puede identificar y controlar los riesgos de seguridad en todas las etapas de la cadena, desde la selección y seguimiento de proveedores hasta la recepción de materiales o la entrega personalizada.
