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WAF (Firewall de aplicaciones web)

Un firewall de aplicaciones web (WAF) es un tipo de firewall empleado para proteger aplicaciones web mediante análisis y filtrado del tráfico HTTP.

La función del WAF es garantizar la seguridad del servidor web mediante el análisis de los paquetes HTTP y HTTPS. Se diferencia de un firewall tradicional en que puede filtrar el contenido de aplicaciones web específicas, mientras que un firewall de red suele limitarse a proteger el tráfico entre servidores a través de un puerto determinado. Al tener capacidad para inspeccionar el tráfico HTTP, un WAF protege a las aplicaciones web contra ataques como los de inyección SQL o XSS.

Mientras que los proxies generalmente suelen utilizarse para proteger a los usuarios de realizar peticiones a servidores maliciosos, los WAF protegen a los servidores de las peticiones de usuarios maliciosos. Un WAF puede considerarse un proxy inverso.

Los WAF se pueden presentar en forma de dispositivo, complemento de un servidor o filtro, y pueden personalizarse según la aplicación a proteger. El esfuerzo para realizar esta personalización puede ser significativo, y para realizarse correctamente debe adaptarse a medida que se modifica la aplicación que se pretende proteger. Los WAF actúan mediante una serie de políticas o reglas de filtrado para denegar o permitir la entrada de solicitudes y respuestas. Revisan cada petición enviada al servidor antes de que sea procesada por la aplicación, para verificar que cumple con las reglas establecidas, evitando solicitudes peligrosas, no seguras o no habituales.

El valor de este tipo de soluciones depende en gran medida de la velocidad y la facilidad con la que se puedan realizar modificaciones en sus políticas o reglas de filtrado. Esa agilidad permitirá una respuesta más rápida frente a los diferentes vectores de ataque que vayan apareciendo.

Algunas de las funciones que ofrecen de este tipo de sistemas son las siguientes:

  • Protección frente a ataques de inyección de código
  • Protección contra XSS
  • Protección contra otros ataques web comunes
  • Protección contra infracciones del protocolo HTTP
  • Protección contra anomalías del protocolo HTTP, como la ausencia de user agent
  • Protección contra rastreadores y frente a bots
  • Remediación de errores de configuración comunes en servidores web
  • Definición de límites de tamaño de las solicitudes, pudiendo configurar tamaños mínimos y máximos
  • Permiten la utilización de listas de exclusión
  • Permiten crear reglas personalizadas para satisfacer las necesidades específicas de las aplicaciones
  • Permiten filtrar geográficamente el tráfico para permitir o impedir el acceso a la aplicación web desde determinados países o regiones