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Criptominería

La criptominería o minado de una criptomoneda nació con la creación del Bitcoin y es la resolución de un conjunto de complejas operaciones matemáticas (conocido también como prueba de trabajo) por un equipo informático. El primer ordenador en resolver cada uno de los problemas matemáticos propuestos por la aplicación de minado recibe como recompensa un bloque de Bitcoin.

Estas tareas de criptominado se proponen globalmente, así que todos los equipos que estén minando en un determinado momento están compitiendo por resolver el mismo problema, lo que hace que se haya convertido en una tarea estadísticamente muy poco rentable para cualquiera fuera de las grandes granjas de servidores que se destinan actualmente a tal efecto.

Además, esta gran capacidad de procesamiento requerido no solo necesita de equipos cada vez más potentes, sino que también gastan una gran cantidad de energía, siendo esta una de las grandes variables a tener en cuenta en el intento de rentabilizar el minado de una criptomoneda. También generan contaminación y afectan al medio ambiente.

La mayoría de la gente piensa en la minería de criptomonedas como una forma de crear nuevas monedas, sin embargo también implica validar las transacciones de criptomonedas en una red blockchain (cadena de bloques) y agregarlas a un libro mayor distribuido, con lo que los mineros reciben esa recompensa también por realizar un trabajo de auditor de las transacciones realizadas con dichas criptomonedas.

Esta validación es necesaria porque al estar utilizando una criptomoneda digital, su dueño podría intentar realizar una copia de la misma para usarla varias veces. Imaginemos que tiene un billete legal de 20€ y una copia del mismo. Si intentara gastar tanto el billete real como el falso, alguien podría descubrir que ambos tienen el mismo número de serie y, por lo tanto, uno de ellos tenía que ser falso. Lo que hace un minero de Bitcoin con esas complejas operaciones matemáticas es análogo a eso: verifican las transacciones para asegurarse de que los usuarios no hayan intentado de forma ilegítima gastar el mismo Bitcoin dos veces.

Además de estas dos funciones, la única manera de crear nueva criptomoneda es mediante este criptominado con lo que no pueden crearse nuevas unidades de la divisa de forma manual, lo que controla el crecimiento de la misma simplemente haciendo que cada vez sea más complejo el problema a resolver y, por lo tanto, mayor el tiempo necesario para que aparezca una nueva unidad.

Para simplificar el acceso a nuevos mineros también ha aparecido el concepto de minería en la nube o cloud mining. Así es como se inician los mineros que aún no cuentan con el hardware necesario. Se hace mediante un centro de procesamiento de datos remoto alojado en la nube.

La criptominería también puede ser usada por cibercriminales para su beneficio. Una forma en la que lo consiguen es creando una web con un script que se adueña de la unidad central de procesamiento del ordenador secuestrándolo para realizar cálculos para el atacante. También puede usarse malware que se esconde en un código legítimo y que los usuarios instalan sin querer en sus ordenadores, muy difícil de detectar. El malware roba la potencia de procesamiento del ordenador, inicia sesión en un grupo de mineros y transfiere las posibles recompensas económicas.