Pasar al contenido principal

Desinformación

La desinformación es toda aquella información verificablemente falsa, es decir, que se puede demostrar que es incorrecta, inexacta o falsa, y que se crea, presenta y difunde para obtener un beneficio económico, engañar intencionadamente al público o causar algún tipo de daño. Desinformar puede dejar huella a varios niveles. Por ejemplo, distorsionando el debate público, socavando la confianza de los ciudadanos en las instituciones y en los medios de comunicación, llegando incluso a desestabilizar procesos democráticos como las elecciones.

La desinformación se ha convertido hoy en día en un problema de seguridad mundial; el acceso a internet de la mayoría de la población, así como la cantidad de contenido que alberga el mundo digital, hace difícil contrastar toda la información que se publica o se recibe. Esto ha favorecido la creación de campañas de desinformación, cuyo objetivo principal es difundir entre la opinión pública noticias falsas, verdades a medias o datos muy subjetivos o con unos intereses muy concretos. Estas campañas se elaboran de tal manera que suelen apelar directamente a la parte emocional de las personas, logrando anular su capacidad de juicio.

Hay varios elementos claves a la hora de llevar a cabo una campaña de desinformación:

  • Fake news: son las noticias falsas que se difunden a través de la red.
  • Deep fake news (contenido deepfake o ultrafalso): es la evolución de las fake news. Con el avance de la tecnología, las noticias falsas no se limitan únicamente al texto, el uso de distintos programas permite crear contenidos multimedia, como, por ejemplo, vídeos en los que una persona real y conocida sale hablando, pero tanto el audio (lo que dice) como el movimiento de su boca han sido manipulados digitalmente para que parezcan reales, sin serlo.
  • En ocasiones, la noticia se basa en hechos reales, pero se presentan con algún sesgo, de manera que la opinión pública los interpreta de manera que no coinciden con la realidad.
  • Utilizan medios de nueva creación para la publicación de las fake news, dando a estos medios una apariencia de profesionalidad y rigor, para asimilarlos a los medios de comunicación tradicionales, donde la información debe ser contrastada antes de publicarse.
  • También es muy común aprovechar los foros de discusión para difundir los mensajes de las campañas de desinformación. Los foros sociales permiten el intercambio de opiniones de manera anónima o bajo perfiles no contrastados, sin ningún tipo de control ni moderación sobre la veracidad de lo que los usuarios comparten. Los artífices de las campañas de desinformación aprovechan estos foros para lanzar sus fake news, con la esperanza de que otros usuarios den credibilidad a lo que publican y lo compartan.
  • La suplantación de identidad e incluso el robo de cuentas reales también son métodos usado en redes sociales para la difusión de campañas de desinformación.
  • Para promover las fake news de forma masiva, los responsables de estas campañas suelen usar cuentas automatizadas en redes sociales, son las cuentas denominadas “bots”.

Para evitar ser víctimas de una campaña de desinformación conviene aplicar ciertas medidas y criterios al consumir contenidos digitales, por ejemplo, analizar la fuente de la que proviene la noticia, ver qué periodista la firma, su trayectoria, qué medio la publica…

Asimismo, es recomendable ser activo en la búsqueda de información, acudiendo a diferentes fuentes, para evitar que los algoritmos de los canales pasivos (plataformas que nos muestran contenidos en base a nuestros gustos y preferencias) sean el único medio a través del cual nos informamos. También es recomendable leer el texto íntegro de las noticias y no quedarnos solo con los titulares o las imágenes que las acompañan; leer la noticia completa nos permitirá verificar si los datos están contrastados, si se mencionan fuentes oficiales y adecuadas en relación con el asunto tratado, etc. Estos detalles nos hacen más conscientes de si estamos ante una fake news o una noticia real.

Por último, pero no menos importante, en caso de duda tenemos a nuestra disposición a diversos verificadores, fact checkers o comprobadores de hechos, que tratan de frenar la desinformación y la propagación de bulos. Los más conocidos son Maldita.es y Newtral, además, agencias de noticias como Efe han incluido una pestaña de verificación en su web.

También te interesa: bulo (fake news), deepfake o ultrafalso