Bluetooth es una tecnología de comunicación inalámbrica de corto alcance. Es un método de conexión rápido y económico, aunque el número máximo de dispositivos conectados al mismo tiempo es limitado.
La tecnología bluetooth fue desarrollada en el año 1994 por la multinacional sueca Ericsson como alternativa al cable. Se trata de una de las tecnologías inalámbricas menos sensible a problemas derivados del ruido y las interferencias, gracias al aprovechamiento que realiza de las frecuencias. Esta característica hace que sus transmisiones sean difíciles de interceptar, debido a los saltos continuos de frecuencia de emisión.
El nombre bluetooth (diente azul en español) es un homenaje al rey vikingo Harold Blåtand Gormsson, artífice de la unificación de las tribus danesas en un único reino. Al traducirlo al inglés, Blåtand se interpretó como Bluetooth, y de ahí a “diente azul” en español. El nombre fue propuesto por el ingeniero Jim Kardach en una reunión entre Intel, Ericsson y Nokia, con el objetivo de estandarizar esta tecnología.
En mayo de 1998, nace el Bluetooth SIG (Grupo de Interés Especial de Bluetooth o Bluetooth Special Interest Group), con IBM y Ericsson como socios fundadores y Nokia, Intel y Toshiba como integrantes. Un año después, en 1999, se lanzó al mercado el primer dispositivo bluetooth: unos auriculares manos libres. En 2001 aparecería el primer móvil con bluetooth: el Ericsson T39. Casi al mismo tiempo, IBM lanzó al mercado el IBM ThinkPad A30: el primer ordenador portátil tipo notebook con bluetooth. Poco después surgiría el que sería uno de sus casos de uso más exitosos, la conexión entre el teléfono móvil y el sistema de manos libres del coche, una prestación tecnológica que no estaba del todo desarrollada en aquella época.
Actualmente, los ciberdelincuentes pueden explotar vulnerabilidades del bluetooth para, por ejemplo, robar información. Por eso, es aconsejable tener en cuenta ciertas medidas:
- No aceptar conexiones de dispositivos desconocidos.
- Activar la opción de listas blancas, donde incluir a los dispositivos de confianza.
- Activar la función de seguridad, con la que se debe introducir una clave para conectarse.
- Desactivar la opción Bluetooth cuando no se esté utilizando.
- Nombrar a los dispositivos con una denominación que no revele información como su marca, modelo o ubicación.
Aunque el uso de esta tecnología no está muy extendido en el ámbito industrial, cualquier sector que implemente una solución bluetooth en sus comunicaciones debe tener en cuenta algunas medidas de seguridad para prevenir posibles ataques, por ejemplo:
- En las políticas de seguridad internas, incluir y detallar buenas prácticas en el uso del bluetooth, incluyendo consejos y normas para un uso seguro de los dispositivos.
- Revisar los dispositivos bluetooth corporativos para comprobar que no haya configuraciones por defecto o características que puedan afectar a la seguridad.
- Ocultar la presencia de los dispositivos cuando no estén en uso.
- No responder a solicitudes de PIN sin una petición oficial previa.
- Minimizar el emparejamiento de dispositivos, para reducir las probabilidades de que un ciberdelincuente intercepte el PIN.
- Cifrar las comunicaciones siempre que sea posible.
- Usar claves de cifrado del mayor tamaño posible.
- Deshabilitar bluetooth en todos los dispositivos que no lo necesiten.
