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Gestión del riesgo en redes sociales

La evolución tecnológica ha traído consigo nuevos hábitos y formas de vida a la sociedad. La importancia que tiene la tecnología en el día a día es cada vez mayor, hasta tal punto que hoy es prácticamente imposible imaginarse una vida sin ella.

Uno de los cambios más importantes se ha producido en nuestra manera de socializar, de relacionarnos con los demás. Atrás quedaron aquellos tiempos en los que la única manera de comunicarte con alguien lejano era mediante una llamada telefónica o más recientemente con las comunicaciones vía correo electrónico. Hoy, gracias a las redes sociales, es posible mantener una comunicación con cualquier persona situada en cualquier lugar del mundo de manera prácticamente inmediata. Y no solo eso, también es posible establecer comunicaciones con diferentes grupos de personas al mismo tiempo y compartir con ellos imágenes, audios de voz, ficheros… Aplicaciones como WhatsApp, Facebook o Twitter se han vuelto vitales en el día a día, haciendo que cada vez más personas (de todas las edades) acudan a ellas.

No obstante, el aumento de usuarios en las redes sociales también hace que aumente el número de ciberdelincuentes. Estos, se aprovechan del desconocimiento de los nuevos usuarios (y de los no tan nuevos) para engañarles y lograr así sus objetivos. Por ello, es importante tener el conocimiento sobre el riesgo que conlleva el uso de las redes sociales, para así poder disfrutar de las ventajas que estas ofrecen de una manera segura.

Riesgos de las redes sociales

Como se ha mencionado en las líneas anteriores, son varios los peligros que supone el uso de redes sociales:

1.Exposición de información personal

Exponer información personal en redes sociales puede traer consigo consecuencias catastróficas. Cuanta más información se comparta en Internet, más información tendrán los ciberdelincuentes para realizar su ataque. Por ejemplo, el simple hecho de publicar una foto de vacaciones permite a los delincuentes saber que no te encuentras en casa y que, por lo tanto, les será más fácil entrar a ella. Hay que tener en cuenta que la información que se publica en estas redes es pública, por lo que todo el mundo puede tener acceso a ella. Por lo que, no hay que compartir lo que no se quiere que se sepa. 

Para no ser víctima de una estafa o robo, hay que tomar ciertas precauciones.

La más importante es no compartir información personal con personas desconocidas. Para ello, es recomendable mantener la cuenta en modo privado, es decir, que solo puedan ver las publicaciones aquellas personas que tengas agregadas. Además, es importante aceptar solo a las personas que conozcas, ya que de nada sirve tener la cuenta privada si se acepta a todo el mundo.  La mayoría de los piratas informáticos se hacen pasar por personas que en realidad no son e intentan familiarizarse con la víctima. Una vez conseguido, comienzan a pedirle datos personales para estafarles. Por ello, hay que mantenerse alejado de ellos y conocer bien cuál es tu círculo de amistad virtual.

La información que se comparta no debe de ser sensible. Es decir, a nadie le interesa tu número de DNI, seguridad social, cuenta bancaria…, por lo que no debe ser comunicada nunca vía redes sociales. Al hilo de esto, hay que tener especial cuidado con los enlaces en los que se ofertan productos u otros tipos de servicios gratis o demasiado baratos, ya que pueden ser fuente de ataque. Aplica la siguiente máxima “Si suena demasiado bien para ser verdad, probablemente no lo sea”.

2.Robo de cuentas

Hoy en día, los ciberdelincuentes disponen de diversas herramientas y aplican diferentes técnicas para obtener contraseñas de cuentas y aplicaciones.  Además, las contraseñas utilizadas por los usuarios, generalmente, no ayudan, ya que no suelen cumplir unos requisitos mínimos de seguridad. El no aplicar unas medidas básicas de seguridad hace que les sea más fácil acceder.

Al acceder a la cuenta, los atacantes pueden suplantar nuestra identidad y solicitar o hacerse con datos, fotos e incluso información sensible de nuestro círculo cercano. No solo eso, también tienen acceso a toda información personal vinculada a esa cuenta como puede ser localización, número de teléfono, tarjeta bancaria, correo electrónico… Además, puede que esta cuenta esté vinculada a otras y así sucesivamente por lo que podría tener acceso a mucha más información. Por esta razón, hay que procurar almacenar la mínima información posible en la cuenta, y si hay que facilitar algún dato sensible para realizar, por ejemplo, una compra, borrar la información suministrada una vez realizada.

A muchos atacantes no les basta con tener acceso a esta información, si no que tratan de buscar un beneficio económico vendiendo esta información a terceros. Esto lo realizan en lo conocido como el Internet oscuro o Dark Web. Aquí, pueden vender cuentas robadas de Facebook, Paypal, Instagram, números de tarjetas bancarias… de manera anónima, sin dejar rastro. Por ello, es muy importante dar de baja la tarjeta (en caso de robos o perdidas de tarjetas) y cambiar las contraseñas de manera periódica, ya que lo primero que harán los atacantes una vez obtenido el acceso a una cuenta será utilizar esa misma contraseña para acceder a otras aplicaciones, por lo que no se deben utilizar mismas contraseñas para diferentes servicios. Además, es altamente recomendable establecer sistemas de doble autenticación, los cuales ayudarán a mantener protegidas las cuentas, dificultando el acceso de terceras partes a ellas.

3.Riesgos para la salud

El uso de las redes sociales no solo conlleva un riesgo para los datos, la salud también se ve afectada. Pasar demasiado tiempo delante de una pantalla viendo fotos y chateando con personas puede conllevar a comportamientos antisociales y adictivos, y puede provocar enfermedades cardiacas o diabetes. Y es que, al estar mucho tiempo delante de una pantalla, hace que hábitos tan simples y naturales como hacer deporte o pasar tiempo con los seres queridos, se conviertan en secundarios. Además, los usuarios de las redes sociales tienden más a perder el autocontrol, ya que son impulsados por factores externos. El hecho de poder impresionar a amigos en redes sociales puede conducir a sacar fotos en lugares peligrosos, poniendo en peligro su vida y la de otros. Para evitar estas situaciones, es importante concienciar a las nuevas generaciones sobre las consecuencias que puede traer el uso excesivo de las redes y las tecnologías.

4.Ciber-acoso

Se conoce como ciber-acoso o ciberbullying al acoso al que es sometido un menor (o un adulto) por otra persona usando medios digitales: redes sociales, whatsapp, videojuegos online, etc... Se considera ciberbullying cuando una persona amenaza, humilla, acosa o molesta a otros usando cualquiera de los medios anteriores. 

Es un grave problema de acoso social a nivel mundial que afecta tanto a mayores como a jóvenes y niños. No obstante, los menores son los más afectados por este riesgo, ya que no suelen estar lo suficientemente equipados o no suelen tener el suficiente conocimiento para combatirlo. 

Las principales formas en las que se manifiesta son las siguientes:

  • Propagación de rumores en foros o redes sociales
  • Creación de cuentas falsas para ridiculizar, acosar o suplantar identidad de la víctima
  • Subida de fotos reales o montajes a las redes sociales para ridiculizar
  • Amenazas

La concienciación es una vez más la solución para acabar con este riesgo. Concienciar a los usuarios del peligro que traen las redes y las amenazas a las que se enfrentan puede evitar que sean víctima de estos ataques. También hay que enseñar (sobre todo a los menores) que en cuanto se sea víctima de ciber-acoso, hay que comunicárselo a familiares y cercanos, ya que estos podrán ayudar a que se ponga fin al acoso sufrido.  

5.Depredadores sexuales

Por último, tenemos el caso de los depredadores sexuales. Estos, se suelen hacer pasar por personas que no son, se ganan la confianza de la víctima y les pide que le envíe fotos comprometidas, con el fin de difundirla y ganar dinero con ellas o simplemente para su uso personal. En los peores casos, puede llevar a violaciones, secuestros… Es un tipo de riesgo que afecta tanto mayores como a menores.

Para hacer frente a este problema, una vez más, la solución se basa en concienciar a los usuarios de que no deben compartir fotos comprometidas con gente desconocida. Además, si se va a quedar por primera vez con una persona desconocida, es recomendable hacerlo en lugares públicos, con mucha gente, para que, en caso de necesitar ayuda, siempre se encuentre alguien cerca. También hay que avisar a familiares o a amigos sobre el lugar y la fecha. 

Conclusión

Las redes sociales han cambiado la vida de muchas personas y han mejorado la manera de comunicarnos. Para poder aprovechar al máximo las múltiples ventajas que nos ofrecen y poder hacerlo de manera segura, como se ha visto a lo largo de esta guía, es necesario tomar una serie de precauciones, ya que se está expuesto a diferentes tipos de ataques. Teniendo especial cuidado con qué información se expone y a quién se expone, se puede lograr mantener la información sensible a salvo, protegiéndola de los ciberdelincuentes y evitando así usurpaciones de identidad, robos… Por ello, la concienciación es primordial, advertir a los nuevos usuarios los peligros que conlleva el simple hecho de publicar una foto en la red ayuda a que los atacantes no se salgan con su objetivo.